Tras nuestra visita a Uruguay en acción comercial para Bodegas Ruberte, nuestra socia y directora de Comunicación, Isabel Vaquero, hace un análisis de la relación entre el país sudamericano y España, comparando sus similitudes. Podéis leerlo al completo en este post.
El mundo ya no tiene un centro, ni una periferia, ni norte, ni sur. Es un mundo interconectado, cada vez más abierto, con más medios, más información y, como consecuencia, más oportunidades empresariales de las que hasta ahora se había conocido. Es por esto que tener una vocación internacional es una de las claves de éxito.
En la actualidad, se habla mucho de los países emergentes como protagonistas del crecimiento. Sin embargo, es importante no perder de vista a países estratégicos que hacen de puerta de entrada a mercados continentales. Precisamente, eso es lo que son España y Uruguay para la Comunidad Económica Europea (CCE) y el Mercado Común del Sur (Mercosur), respectivamente.
Existen coincidencias y oportunidades entre ambos países que hacen que se miren las estrategias desde un mismo punto de vista. Éstas pueden ser un punto de partida para plantear un escenario común e interactuar conjuntamente. Entre las muchas situaciones de mercado parecidas que se dan entre España y Uruguay, se puede hablar de cinco como las más destacadas.
En primer lugar, ambos están iniciando un proceso de expansión exterior cuyas previsiones parecen apuntar hacia un gran crecimiento a lo largo de esta década. Las empresas españolas y uruguayas buscan ampliar mercado fuera a través de la internacionalización, teniendo una visión del mundo más global.
En segundo lugar, ambos se encuentran en una situación estratégica, tanto a nivel geográfico como cultural. Se comparte desde el idioma hasta las costumbres, siendo el vínculo sentimental más profundo entre estos dos países dada su historia y sus raíces conjuntas. Un español se siente como en casa cuando pasea por Montevideo. Y viceversa. En cuanto a la situación geográfica, en el caso de España, la vía de acceso desde Latinoamérica es más directa, dado su ubicación al sur de Europa. Además, se está labrando un futuro para ser referente como centro logístico de grandes empresas y sede corporativa de empresas latinoamericana.
Para los uruguayos, aunque es posible que la posición en el mapa pueda no ser decisiva, el esfuerzo invertido en el desarrollo de sus oportunidades ha conseguido que Uruguay se convierta en punto logístico para la inversión de servicios y productos para el resto de América. con una buena formula, la educación y el buen trato con sus vecinos.
En tercer lugar, ambas son trampolín del libre comercio. Gracias a los acuerdos con México de Uruguay y su pertenencia a Mercosur, hace que este país se convierta en la puerta de acceso a muchos productos y servicios. España, perteneciente a la Unión Europea, permite la entrada a las empresas latinoamericanas favoreciendo la entrada e intercambio de bienes y servicios.
En cuarto lugar, está comenzando a haber un boom en la internacionalización y todos los sectores están entrando en esta nueva vorágine exportadora. En los casos que nos ocupan, Uruguay y España, el foco está en los sectores tecnológico, por un lado, y agroalimentario, por otro. El hecho de compartirlos como pilares del su desarrollo empresarial hace que se puedan intercambiar experiencias, éxitos y fracasos.
En quinto y último lugar, este auge de las empresas por salir de sus países es una oportunidad tanto para España y como para Uruguay de repensar su relación con el mundo. Son países afables con los extranjeros, son lugares amigables que a nadie dejan indiferente. Los dos se esfuerzan por pertenecer a la comunidad internacional, poseyendo ambos una seguridad jurídica que facilita los negocios.
Las oportunidades existen, las coincidencias también, los profesionales están preparados y las instituciones ayudando. El foco está puesto y la maquinaria preparada para conseguir lo que ambos países se propongan. Es hora de aprovechar esta gran oportunidad.